jueves, 30 de agosto de 2012

¿Rojo, carmela o café?


El estuche de maquillaje es determinante. Sólo con verlo, puedes elaborar muchas teorías acerca de una mujer. Según yo, lo básico que podrías cargar a diario es una caja de polvo, un brillo para labios y algo para las pestañas. Analicé mi estuche, y me di cuenta que no es así.

Nunca he sido la chica que anda pintada todos los días. El Dictador de mi habitación reproduce 'Mi enfermedad' de Calamaro. En el lado derecho de la cama está un libro de literatura universal y una cajetilla de Malboro. Ajá, smoking kills.
Me viene como un flash la frase del día: 'me casaron con z'. Coloco mi maquillaje en la cama y recuerdo que cada elemento tiene su propia historia. 

Los recursos que las mujeres heredamos, y los que Cleopatra dejó a la humanidad son espectaculares. Independientemente de la clase social, usamos una tapa-de-mentol, una cuchara, o un aparato especial  para virarnos las pestañas, porque si las tienes viradas todo es posible en la vida. O casi todo. 
Luego viene el rimel. Lo administras despacio. Con mesura. De abajo hacia arriba. Con cuidado para no manchar el párpado. 
Malcolm McDowell 
El delineador líquido es más elegante; tiene estilo. Las zurdas acostumbramos comenzar por el ojo derecho. De derecha a izquierda. Una sola línea negra, que cuando llega al final te hace sentir como Malcolm McDowell minutos antes de salir a golpear a cualquiera. Somos asesinas. Te ves en el espejo y analizas el equilibrio. Mojas la punta de la brocha y realizas el mismo proceso en el ojo izquierdo. Al acabar, podrías parecer Lady Gaga o Brigitte Bardot. Salimos a matar.  

El polvo también se lo administra con delicadeza. Comienzas por la nariz hasta cubrir el mentón, pasando por los cachetes y la frente. Es preferible un color natural, para no ser evidente.  

El brillo depende de la ocasión. En un día cualquiera sólo basta un poco en el labio inferior, para expandirlo por el superior. En eventos especiales usamos lápiz labial. ¿Rojo, carmela o café? A veces probamos los tres, a veces sólo uno. Todo depende de la compañía. Despacio. Que el labial no salga del margen de los labios porque se estropearía todo.

Brigitte Bardot
Actos de nuestro subconsciente. Entonces, cuando recuerdes que algún imbécil te rompió el corazón, podrías comenzar por: yo usaba un labial color carmela cuando lo conocí.

El estuche de maquillaje es determinante. Sólo con verlo, puedes elaborar muchas teorías acerca de una mujer. Según yo, lo básico que podrías cargar a diario es una caja de polvo, un brillo para labios y algo para las pestañas. Analicé mi estuche, y me di cuenta que no es así.

Thanks for all Cleopatra!








No hay comentarios:

Publicar un comentario